Si te caes siete veces…

… Levantate ocho.

Aunque espero por mi propio bien que en esta ocasion sean sólo 4.

Aunque este post debería estar en la sección de Kendo, lo pongo en esta porque me está costando mucho más de lo que yo esperaba aprobar una asignatura de las 14 que configuran el temario para obtener el título de ATPL ( H) / IR

Y es Navegación.

Siendo sinceros la asignatura en si misma no es complicada. Los cálculos y fórmulas matemáticas son simples, los conceptos teóricos asimilables.

Podría decir que el problema es la forma de hacer las preguntas, que las retuercen y van a pillar en el 90%. Incluso podría achacar mis útlimos tres fallos a la inclusión de muchas preguntas nuevas que no conocemos y que he tenido la «buena suerte» de comerme, en algunos casos, hasta en el 40% del exámen. Pero esto tambien ha ocurrido en las otras asignaturas asi que tampoco va a ser el problema.

El problema ha sido más profundo y personal, y me ha costado mucho darme cuenta de donde estaba. Cuando lo hice fue como si me quitara un peso enorme de encima. Y aunque aún sigue algo de peso ahí, ahora se hace soportable y creo que esta vez, el día 5 de Septiembre, será la definitiva en que venceré a unos cuantos demonios, y de paso, aprobaré de una santa vez. 😉

Por si acaso, cruzaré los dedos…

¡¡¿Qué vas a hacer qué?!!

Esta pregunta, o su variante más actual ¡¿Qué estas haciendo qué?! es la que más he oido cuando comunicaba mi intención de hacerme piloto de helicóptero.

Pues ahora mismo llevo dos años y cinco meses preparandome para ser todo un piloto de helicóptero.

Cómo conseguí pasar los exámenes psiquiátricos y psicológicos para que me dejaran siquiera intentarlo es un misterio para mi, y para mis pobres instructores.

Por no ser muy pesado, sí, vi Top Gun y jugué a ser Maverick ( ayudado por muchos simuladores de vuelo ), pero los helicópteros, esos cacharros raros que solían ser el final de la peli de tiros ( siempre salían y salen de la selva en uno ) me llamaban poderosamente la atención. Ni voy a intentar explicar qué me mueve para querer hacer esto.

Foto del Sr. David Vallejo.

El caso es que tras muchos años al final tuve la oportunidad de hacerlo, y estamos en ello. Me dijeron que se suele tardar entre dos y tres años, yo, ingenuo que desconocía los reveses que me tenía preparada la vida, pensaba que lo haría en un año y medio. JA!

Pero no nos rendimos, al contrario, si algo hemos aprendido es que no importa las veces que te tropieces, o lo dificil que sea el camino, lo que importa es volver a levantarte y seguir andando.

Y ahora, si me disculpais, dejo de escribir y vuelvo a los estudios.

Hay unos cuantos exámenes cerca que me esperan…